sábado, 4 de julio de 2015

3, 2, 1...¡¡Terribles dos años!!

La niña de la coleta no cumple dos añitos hasta octubre, pero ya están apareciendo los primeros síntomas de los terribles dos años. Una especie de adolescencia en pequeñito, con sus caprichos, sus "¡¡no!!" alto y claro, sus manotazos a personas o cosas y, que Dios nos pille confesados, sus berrinches.
Mi madre y papá piofaurio se ríen un poco de mí, porque soy muy propensa a creer que existen todas las crisis que se supone se van sucediendo en los niños según su edad. Y es porque he comprobado con la experiencia que así es. Al menos con dos: la crisis de la lactancia a los tres meses y esta crisis o cambio al que denominan terribles dos años. 

Para que os hagáis una idea, ahora mismo yo le digo a mi bolita cualquier cosa, por ejemplo: "¡¡que nos vamos a Eurodisney!!", y su respuesta va a ser un "no" rotundo, acompañado de un manotazo destructor si hace falta y una cara de pocos amigos que da más risa que otra cosa. 
Por cierto, cuando tira algo al suelo con coraje lo que hacemos, aparte de regañarle, es hacer que lo coja, o intentarlo al menos. Normalmente lo suele coger, pero un día eso generó un berriche enorme. También porque estaba cansada, que es un factor desencadenante a tener en cuenta. 

Con Lucía sucedió igual e incluso antes. Por eso esta vez estoy más tranquila, y no me he lanzado a mandar mensajes de auxilio a mi amiga psicopedagoga porque tengo un monstruito en casa y da un poco de miedo. Lo mejor que puedo hacer es apuntarme al gimnasio y mejorar mi tono muscular, porque cuando la niña de la coleta tiene una rabieta es difícil cogerla y transportarla a un sitio tranquilo, o es complicado sentarla en el carrito o en la silla del coche si no quiere. 

Las miradas de asombro, incomprensión o pena que te puede dirigir la gente al ver a tu dulce hija en plan rebelde también las llevo mejor. Con Lucía confieso que lo llevaba fatal y me invadía la culpa, que una mamá sin sentimiento de culpa no es lo mismo. Ahora repito como un mantra "es solo una fase" y "su rebeldía enana no es culpa mía, es parte de su desarrollo". Y "mi niña va a ser la persona más autónoma del mundo y una mujer de armas tomar".

Por supuesto, aparte de terribles, las proximidades de los dos añitos son maravillosas. Solo el hecho de que repita todas las palabras que escucha y vaya construyendo ya sus primeras frases es un flipe. Aparte de que la niña de la coleta es tela de graciosa, cariñosa, divertida... Quizá demasiado divertida, un poquito de calma y paz no vendrían mal.
 

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