lunes, 4 de agosto de 2014

Chicas listas

No sé por qué la gente te suele aconsejar, en tono amenazante, que no cedas ante los lloros o súplicas de tu bebé con un: "cuidado, que es muy listo o muy lista". Pues genial si es listo o lista, ¿no? ¿Que mejor que saber que las personitas que más quieres en el mundo te han salido inteligentes? Si la amenaza es por la posibilidad de que ganen la batalla entre padres-hijas, pues tendremos que ponernos las pilas. Pero que sean chicas inteligentes, me parece estupendo. Me parece estupendo incluso que sean mil veces más espabiladas que yo, que tampoco es muy difícil, la verdad.

Lucía es una niña muy despierta, muy viva. Os pongo un ejemplo. Ella, en principio, no iba a bailar en la actuación de la fiesta de la guarde, porque no ha asistido durante el mes de julio y no podía ensayar. No obstante, nos pasamos por la fiesta, para que estuviera un ratito con sus compañeros. Y al final las seños decidieron que sí bailaría. En el último momento, sin el vestuario ni el atrezo, pero que bailaría. Supongo que ensayaron mientras actuaban los grupitos de los niños y niñas más pequeños. Únicamente ese ensayo le sirvió a Lucía para hacerlo estupendamente: el movimiento rumboso, el toque de tambor imaginario y su bailoteo en pareja; le daba unos meneos a su partenaire de miedo. El que no corre vuela: que hay que bailar, pues se baila sin ensayar ni na. Esa es mi niña.

La peque, que encima es "más intelectual que física", palabras de su pediatra, apunta maneras, pero vamos, por todo lo alto. Físicamente también va mejorando ya, que no gatea (bueno, sí, gatea para atrás) pero se desplaza por el suelo a una gran velocidad con el culillo. Como decía, la peque es más lista que el hambre: ya nos llama a todos por nuestro nombre "maamaa", "papaa", "iaaa" o "taaa", muestra su asombro por el mundo que le rodea con un "¡¡ohh!" la mar de expresivo y da besitos, sobre todo a Lucía.  Pero hoy me he quedado muerta, cuando, al mismo tiempo que me tiraba del pelo, decía que no con su cabecita, porque es lo que yo le digo cuando le regaño por sus primeras pequeñas maldades. Y a su hermana le ha hecho igual: le ha tirado del pelo diciendo que no. Es decir, ya ha conocido el valor de un "lo siento", que a veces sirve para poder disculparse después de  hacer pequeñas putadillas. Lo que pasa es que ella te pide perdón simultáneamente a la fechoría. Sí, es un bichillo absoluto. Pero, como posiblemente es el bebé más adorable del mundo, se le perdona. Lo que espero es que no me la amonesten en la guardería.

2 comentarios:

  1. Jajajaja, es cierto que son muy listos!!! saben más que el hambre, como se suele decir! El mío que va a cumplir los 2 años lleva ya meses cambiándote de tema cuando le regañas por algo que ha hecho mal, te saca otro tema de conversación para desviar la atención. Y como tú bien dices amiga, mejor que sean listos! eso es buena señal! lo único que tendremos que guiarlos.

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    1. ¡¡Sí!! Tendremos que cultivar nuestra inteligencia para que no se nos escapen!!

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