lunes, 28 de abril de 2014

En el parque

En el parque pasamos ratitos agradables. Tosía sube y baja toboganes, corretea, nos llama para que la veamos en acción, se acerca a la fuente a mojarse, hace amigos o amigas o va a su bola y se acerca a estar con la hermana y conmigo a ratitos. Estábamos juntas las tres cuando se nos acercaron una niña y un niño, Yasmin (a la que a partir de ahora llamaremos Yaspín) y Abdel, para entablar conversación. En realidad, se acercaron atraídos por el magnetismo gordito de la peque. Yaspín empezó por comentar que qué calcetines más pequeños tenía. Luego comenzaron las presentaciones, con nombre y edad. Me hizo gracia Tosía que enunció muy redicha su nombre y sus apellidos. Quise saber a qué cole iba Yaspín y luego Tosía añadió  con cara de "enterá" algo así como que ella iba a un sitio que se llamaba guarde. Yaspín seguía interesada por la peque y preguntó por sus dientes. Entonces Tosía con más cara de "enterá" aún explicó que ella le iba a comprar unos. Ella piensa que Vistoria no habla porque no tiene dientes, por lo que esa compra es fundamental. Por su parte, Abdel, de dos años, acariciaba muy suavito y despacito a la peque, a veces en la manita, a veces en la frente. Y me miraba con dos  hermosos y grandes ojos negros buscando mi aprobación.
Yaspín y Abdel se sentaron con su mamá en un banco a merendar. Tosía se puso a jugar en uno de los toboganes (o chorraeras, jeje, de chica le decíamos así). Al ratito Abdel regresó comiendo medio sándwich. Quiso volver a tocar a la peque, pero no podía al tener las manos ocupadas por el bocadillo. Entonces se dio la vuelta, dejó con parsimonia el medio sándwich en el suelo blandito del parque, acarició a la enana y luego lo recuperó. No me dio tiempo a decirle nada, solo a reírme, cuando siguió comiéndoselo. 
En el tobogán Tosía jugaba con dos muchachos de su edad o un poco más pequeños. De pronto bajo y gritó: "¡¡pipí, corre!!". Antes de irnos a buscar un trozo de tierra o césped adecuado para la ocasión, Tosía advirtió a sus compañeros: "¡¡voy a hacer pipí, ahora vengo!!". Ellos la miraron como pensando a mí que me importa. Los papás de los muchachos sí se rieron.
Volvimos de que Tosía hiciera pipí y me senté en otro sitio donde daba más solecito. Nuevo acercamiento de Abdel: jugaba con un camioncito de juguete, lo soltaba y venía a tocar despacito a Vistoria en la carita. Así unas siete veces. Hasta que la última vez me acarició a mi en el brazo y le dio la risa, como sorprendido de su pequeña osadía.









2 comentarios:

  1. Me parto con los nombres, jajajjajajaa. Me tengo que ir al origen de Tosía y Vistoria

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tosia, con tilde en la i, se autodenomina así y así aparecerá hasta que lo pronuncie bien, je,je. Y Vistoria era hasta hace poco Tictoria!!!

      Eliminar