lunes, 23 de diciembre de 2013

Los bronquiolos

Cuando el pediatra los nombró, me sentí bastante ignorante. Aunque ya he descubierto que no soy la única que no sabe lo que son los bronquiolos y ya se sabe que con esto una se consuela.De algún modo era buena señal, porque quería decir que mi niña mayor nunca ha tenido bronquiolitis, que yo creía que era una especie de bronquitis, pero no. Está enfermedad es una infección de estos tipos, los bronquiolos, que son vías respiratorias inferiores, que en los bebés son muy propensas a verse atacadas por virus que se pasean, por ejemplo, por las guarderías. Mí peque aún no va a la guarde, pero ya se encarga su hermana de traerle los virus en sus mocos. Según palabras textuales de don Salvador ( el pediatra) "tiene el enemigo en casa". La peque ha tenido mocos casi desde que nació ( con su caracteristico sonido de Peppa Pig). El pediatra ya nos advirtió de que había que controlar si empezaba a toser, que se podía complicar y que, además, los mocos le durarían todo el invierno, sí, un panorama muy alentador. Ha estado tres diíllas muy pachuchilla la peque, con carita de triste y ojos vidriosos, sin reír ni charlar y, lo peor, con una respiración horrible: agitada, entrecortada, con pitidos y culminando en una tos profunda y perruna. A consecuencia de todo esto, comía poquito, se cansaba, pero no ha dejado de querer su teta y eso ha sido importante. Los síntomas de que empezaba a estar mejor, que no a estar bien del todo, han sido que volvía a ser un bebé espabilado, alegre, charlatán y hambriento. Es una niña muy comilona, muy demandante, y, después de varios días, como ya he contado, comiendo poquito, recuperó su ritmo.Y entonces eran mis pechos los que no estaban preparados. La teta sigue la ley de la oferta y la demanda y en esos días en que fue menos demandada, se generó menos leche. Nos ha costado varios días recuperar el ritmo de antes de la bronquiolitis, pero se ha conseguido simplemente volviendo a poner a la enana en la teta todas las veces que ella quería, aunque en algunas tomas protestaba porque no salía toda la cantidad a la que está acostumbrada. La caca también ha pasado de ser verde ( ¡¡caca verde no!!) a amarillenta (desde los primeros días de ser mamá aprendí a valorar la caca amarilla). La peque ya va a mejor, aunque aún le dan ataques de tos y sigue con bastantes moquillos. Así que estamos pasando una Navidad muy casera. La más casera en la vida de mamá piofaurio que ella recuerde.

9 comentarios:

  1. Ayyyy pobrecita, tiene que dar mucha penita verla así...un besote muy fuerte y espero que se ponga bien del todo pronto. Isa

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Isa. Sí, ya está muchísimo mejor!!

    ResponderEliminar
  3. Ayyy mamá piofaurio, cómo te entiendo! ! Yo también tengo bichos de esos en casa y hemos caído los tres así que Navidades en casita rodeada de jarabes, mucolìticos, sofá y manta. A recuperarse!!!

    ResponderEliminar
  4. Nosotros estamos igual. Lucía también con bronquiolitis. El día de Navidad lo pasamos en el hospital ya que se asfixiaba y tres dos rondas de aerosoles se ha ido recuperación. Nosotros también tenemos al enemigo en casa. Muchos besos a la peque

    ResponderEliminar
  5. Vaya, hay que pedirle a los Reyes muchas defensas para los peques!! Muchos besos a las dos!!

    ResponderEliminar
  6. Ana García Salguero30 de diciembre de 2013, 7:02

    Espero que se recupere pronto del todo!!! Besos!!

    ResponderEliminar
  7. Acabamos de volver del pediatra y ya está la bronquiolitis superada. Yujuuu!!! Quedan algunos moquillos, pero bueno, pasó lo peor.

    ResponderEliminar
  8. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar