viernes, 11 de noviembre de 2016

Me lo llevo

De vez en cuando Lucía arremete con fuerza con el tema de tener una mascota. Recuerdo hace dos veranos en Cuenca cuando quiso quedarse con un renacuajo y lloraba amargamente cuando lo tuvo que devolver al río. Pues esta semana me pidió que me lanzara debajo de un coche a por un gorrión que había saltado delante de nosotras, gritando "¡¡cógelo, quiero tener una mascota!!". Siempre ha idealizado mucho el asunto, más pequeña explicaba que tendría un gato blanco que no tendría uñas y no haría caca ni pipí. Hombre, si así fuera...

No tenemos mucho espacio, ni mucho tiempo y energías y sí tenemos una Victoria que agobia un poco a los animales, les da abrazos estranguladores y los atiborra a frutos secos o lo que pille. Además al final toda la responsabilidad recaería en los papis y por ahora no nos vemos capaces de asumirlo. Pero en un futuro me encantaría adoptar un gato o un perro, eso sí. 

Igual ese futuro está próximo, si Lucía cumple su promesa (pronunciada el mismo día que lo del gorrión pero por la tarde): "La próxima vez que vea un perro o un gato en la calle, me lo llevo". Después de reflexionar un poco añadió: "Bueno, si no tiene collar". Que mi niña es impetuosa, pero muy legal.


De Jimmy sí pueden disfrutar cada vez que van a casa de los papus.


No hay comentarios:

Publicar un comentario